Guias y consejos

Jet-Lag: Qué es y cómo evitarlo

Seguramente, si has viajado a lugares con husos horarios diferentes al de tu ciudad, hayas notado varios de los síntomas del Jet-Lag.

El Jet-lag, básicamente, es un desfase horario que, sobretodo, afecta al sueño.

Los ritmos circadianos, un reloj biológico interno que controla cuando estás dormido y cuando estás despierto, se ven alterados al viajar, pues el cuerpo aún no se ha acostumbrado a los nuevos husos. Por ello, cuantos más husos cruces, más probabilidades tendrás de sufrir sus efectos.

Síntomas que indican que estás sufriendo Jet-Lag

Entre los síntomas, el más común y conocido es el de la alteración del sueño, ya sea con insomnio o somnolencia.

Pero no es el único síntoma que puede aparecer, y que, puede, no asociemos al Jet-lag. Entre ellos están:

  • Fatiga durante el día.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Problemas estomacales, tales como diarrea o estreñinimiento.
  • Sensación general de malestar.
  • Cambios en los estados de ánimo.

Cuánto dura

La gran pregunta de los que lo sufren es cuanto tiempo dura.

Bien, la duración normal es entre 2 y 6 días, pero depende enormemente de los husos que hayas cruzado.

Así pues, una persona que haya viajado a un país con una diferencia horaria de 2 horas, le durará 2 días, y la persona que haya viajado con una diferencia horaria de 5h, le durará 5 días.

Por tanto, se puede resumir en 1 día por cada huso horario que se cruce.

Cómo podemos evitarlo

Lo mejor es acostumbrar el cuerpo poco a poco, por ello os vamos a dar unos consejos que podéis realizar para sufrir el mínimo jet-lag posible.

Antes del vuelo

Antes de volar, lo mejor es cambiar el horario de sueño y el horario de comidas:

  • Si tu viaje es hacia el este, adelante 2h la hora de irte a dormir.
  • Si tu viaje, por el contrario, es hacia el oeste, atrasa 2 horas la hora de irte a dormir.

Obviamente, esto es más fácil para las personas que no se rigen por un horario estricto, y son más laxos a la hora de realizar estas actividades.

Otra cosa que podemos, y debemos hacer, es descansar bien antes del viaje. Para esto, puedes tomar melatonina dos días antes, media hora antes de irte a la cama, para facilitar el sueño.

También, para evitar tener jet-lag, lo mejor es organizar tu llegada cuando aún sea de día, para que la luz te impida dormirte. De igual forma, aconsejan comprar vuelos con escala, para que el cuerpo se vaya acostumbrando poco a poco.

Durante el vuelo

Lo mejor durante el vuelo será evitar bebidas alcoholicas, que puedan adormecerte. De la misma forma, evita consumir bebidas con cafeína, sobretodo si llegas de noche. Lo mejor será que bebas agua, te mantendrá hidratado.

Si tu vuelo es corto, evita dormir durante el vuelo, como también evita pastillas para dormirte. Por el contrario, si viajas de noche, y tu vuelo es largo, aprovecha para dormir.

Otra opción es poner el reloj en la hora del destino, para que mentalmente te prepares.

Y, sobretodo, no te quedes sentado todas las horas. Muévete, tu cuerpo lo agradecerá.

Cuando llegues

¡Evita las siestas! Tu cuerpo estará cansado, pero sobretodo, si es de día, evita dormir y comienza a descubrir tu destino.

Lo ideal será que te acuestes cuando esté oscuro. El cuerpo tiende a dormir mejor con oscuridad, y con una temperatura agradable, que suele rondar los 20º.

Evita el móvil o los ordenadores, pues las pantallas son grandes enemigas del sueño.

Y, por supuesto, duerme las mismas horas que dormirías estando en casa.

Ahora sí… A disfrutar de tu viaje.


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