Seguramente hayas oído hablar de las tarjetas contactless o con NFC. Bien, pues esta tecnología está basada en las ondas de radiofrecuencia RFID, que, aunque facilitan mucho nuestro día a día, disponen de varios fallos en su seguridad. Vogart, implicada en que esto no pase, nos trajo hace un tiempo su colección más segura: Vogart Clyde, con protección RFID.

¿Qué es la protección RFID y cómo funciona?

Antes de ponernos técnicos con los tipos de robo que podemos sufrir, queremos explicaros en que consiste y cómo funciona exactamente.

Como hemos dicho, RFID son ondas electromagnéticas, que dotan de información a quién las lee. Con la protección contra RFID evitamos, mediante una especie de pantalla invisible, la lectura de los datos.

Las tarjetas con NFC o contactless funcionan con esta tecnología y pueden ser susceptibles a ciertos fallos en su seguridad.

Principales problemas con la tecnología RFID

Robo de datos

Este tipo de fallo se basa en la obtención, por parte del atacante, de los datos de la tarjeta, como son: el número de tarjeta, la fecha de caducidad y el historial de compras (tanto las realizadas con NFC como las realizadas con chip). En sus inicios, también se podía obtener el nombre del titular, pero ahora aparece como un campo en blanco.

Con estos datos, el atacante, podía realizar compras en internet, donde no hubiera doble verificación (número de seguridad más un pin que se envía al móvil asociado a la tarjeta).

La distancia máxima en que se sabe que se ha efectuado este tipo de robos, es de 18 metros, aunque hay que disponer de hardware y software especializado.

Cobro por TVP inalámbrico

Hace unos años, circuló por varios sitios, que se habían efectuado robos mediante un TPV inalámbrico en diferentes estaciones de metro. Esto está totalmente desmentido. Para que esto funcione, la distancia entre el TPV y la tarjeta debe ser inferior a 50 cm, colocarse en una determinada posición…

Además, hay que tener en cuenta que, los TPV van asociados a una persona física y a un número de cuenta.

Retransmisión

Esta, a diferencia de las anteriores, seguramente sea de las más posibles.

Se trata de engañar a una tarjeta y a un datáfono con dos móviles distintos.

Por un lado, un móvil con NFC lee y copia los datos de la tarjeta de la que está recibiendo los datos, y a su vez, se comunica con un segundo móvil. Este, mientras el primer móvil copia los datos, los restransmite a un TPV, haciéndole creer que se trata de una tarjeta.

Para que este robo sea factible, debe realizarse en el mismo momento.

¿Cómo evitar los robos?

Aunque los más conspiranoicos optarían por envolver las tarjetas en papel de plata, Vogart trajo el año pasado, una colección para poder evitarlos sin tener más quebraderos de cabeza.

Hablamos de la colección Dark, que incorpora tres artículos con tecnología anti RFID.

Y para los robos más de toda la vida, las colecciones Vogart Clyde y Vogart Boston pueden ser tus aliados.