Seguimos en Alemania, esta vez para celebrar la noche de las brujas. Walpurgisnacht, como allí se conoce, se celebra en gran parte de Europa Central, como pueden ser Suecia o los Paises Bajos.
El origen de Walpurgisnacht
El nombre, se dice, que lo recibe de una misionera inglesa, llamada Santa Walpurga, que, durante el siglo VIII estuvo evangelizando por Alemania.
Aún así, se relaciona esta celebración con la diosa teutona Walpurgis y con el dios Beltane celta. El 30 de abril se celebraban rituales a ambos dioses, con alusión a la fertilidad y al solsticio de verano. Rendían culto a los espíritus de la fertilidad con fogatas, despidiendo así al invierno.
En cambio, Santa Walpurga se comenzó a celebrar el 25 de febrero. Se cambió siglos después, pasándola al 1 de mayo, día en que se dice que trasladaron sus reliquias a la iglesia de la Santa Cruz (actualmente se llama iglesia de Santa Walpurgis) en Eichstaätt. Según la leyenda, se trasladaron para que pudieran ser adoradas por los fieles, pues se decía que de sus reliquias brotaba aceite que protegía de los maleficios y hechicerías. También se la asocia con la persecución contra la magia.
Por eso, para muchos historiadores, es una festividad asimilada por el cristianismo.
La leyenda Walpurgisnacht
Cuenta la leyenda que, todos los 30 de abril, los seres que consagraron su devoción al demonio, peregrinan hasta la cumbre del monte Brocken, en las montañas de la Sierra Harz, donde les espera un macho cabrío, personificación del demonio. Las brujas tenían asistencia obligatoria a este evento.
Una vez llegaban allí, danzaban alrededor del fuego, formando un círculo; para luego casarse con el Diablo. Como recompensa, él las marcaba con su símbolo para que pudiera usar sus poderes con magia y conjuros.
En el transcurso de esa terrorifica noche, los aldeanos de la ladea, encendían hogueras para asustarlos y se escondían en sus hogares.
Colocaban crucificos y ramos de hierbas en las puertas, las escobas las guardaban con el cepillo hacia arriba y en el umbral de los cobertizos colocaban sal.
Esa noche sonaban las campanas de la iglesia, y los jóvenes solteros hacían repicar un látigo contra las casas. Creían que estos ruidos los ahuyentaban.
Walpurgisnacht en la actualidad
Aunque esa época de misticismo ya ha pasado, sigue habiendo fieles que peregrinan hasta la iglesia donde están las reliquias de la Santa.
Durante esa noche, en los pueblos de la ladera, como Thale, Walpurgisnacht con hogueras y danzas alrededor del fuego, todo esto disfrazados de brujas y demonios.
Cuando llega la media noche, lanzan fuegos artificiales para culminar así esta fiesta.
Podéis econtrar información del Walpurgisnacht de Thale en su página oficial.
Nosotros, este año, lo celebramos desde casa… pero el año que viene estaremos allí seguro.
